Cuenta la leyenda que una prostituta de Shanghái tenía una particularidad: cuando trabajaba, podía sacar el pene de sus clientes de su vagina con un simple movimiento muscular.
El beso de Singapur, pompoir o kabazza es una técnica milenaria de estimulación sexual para personas con pene. Surgió en la India hace más de 3.000 años de antigüedad y promete orgasmos intensos e inolvidables.
El objetivo del beso de Singapur es que la mujer estimule el pene de su pareja sexo-afectiva con su vagina.
¿Cómo? Haciendo movimientos con el músculo pubocoxígeo para simular una succión parecida a la que se produce durante el sexo oral. La idea es que la vagina genere un efecto similar al de la boca para estimular la erección masculina.
Sexo oral: Kivin, la técnica que promete orgasmos en tres minutos